Me encanta practicar esquí porque me permite conectarme con la naturaleza y disfrutar de paisajes impresionantes mientras hago ejercicio. La sensación de deslizarse por la nieve, sentir el viento en mi rostro y superar mis propios límites me llena de adrenalina y satisfacción. Además, el esquí es una actividad que me ayuda a relajarme, desconectar del estrés diario